miércoles, 18 de diciembre de 2013

Estrenando el chaleco Heat&Sport

El domingo por fin pude ir a recoger la Supertenere 750 y aproveché para probar el chaleco calefactable de Heat&Sport.

Antes de usarlo en la moto lo probé una noche durante un rato al aire libre (estabamos a unos cero grados), al no ser una prenda ajustada al cuerpo, necesitaba "aplastarlo" contra el cuerpo para notar bien el calor de las placas y tenerlo al 75 o 100% de potencia para que éste fuera notable. Lo achaqué a que llevaba bastante ropa debajo (camiseta térmica y otro forro polar) y ésta era la última prenda, pero me dió la sensación de que si en parado me costaba notar bien el calor, en la moto sería aun peor.

El pasado domingo me lo puse para ir en la moto, debajo llevaba de nuevo una camiseta térmica y un forro polar (más fino que el anterior) y encima la chaqueta de cordura. Como no confiaba mucho en "la calefacción", lo puse al 75%, cerré todo y me puse en marcha... unos 10 Kms más adelante tuve que pararme en una gasolinera para bajar la potencia... ¡me estaba asando!!

domingo, 15 de diciembre de 2013

¡Ya está en casa la entrenadora! Primer contacto.

Tras una semana de locos por fin el viernes pude ir a recoger la Superteneré 750 que será mi primera moto-escuela en esto del trail.

Ya sólo al recogerla en Motos Cortés me quedé impresionado. Está viejita, por que son 23 años los que tiene a cuestas, pero a pesar de eso sigue siendo una moto simplemente impresionante y una vez limpita la impresión que da es magnífica. Está preciosa.



La sacamos fuera, la arrancamos y el motor suena perfecto (se ha revisado hasta su última pieza y cambiado todas las que mostraban desgaste) pero el escape suena un poco a "latilla", tendré que recurrir a mi amigo Jorge para que me ayude a cambiar eso (es un mecanicazo y tiene una Africa Twin que suena a gloria gracias a nosequé agujerillos que le hizo en el escape).

Una vez en marcha la primera sorpresa: ¡Frena!, y muy bien, por cierto. Una bomba de FZ6, una limpieza completa de pinzas y unas pastillas nuevas y ya no me tengo que encomendar a todos los santos mientras tiro de la maneta como un energúmeno para que la moto pare, como el día que la probé para comprarla.